29 Marzo 2007 Antes muerta que alabando el Reggaeton

   Cuando iniciamos el viaje el viaje el Reggaeton inundaba las atmósferas por doquier colapsando nuestra paciencia e irritándonos el oído.
   A mitad del viaje mi cuerpo reaccionaba independientemente a las transmisiones químicas del cerebro y percibía un ligero movimiento de cadera cuando notaba las vibraciones de la música, a pesar de los intentos de mi cerebro y de mi sentido del ridículo por controlarlos.
Ya avanzado el viaje yo le decía a Eva con gritos exorcizados por la música, mientras ésta poseía mi cuerpo imparable: ¡Vas a amar el Reggaeton!. Y entonces ella se negaba...
   A día de hoy  no podemos frenar los impulsos cuando lo escuchamos. Eva por fin se liberó y su mente y su cuerpo ya han aceptado lo inevitable. Estemos donde estemos nos transformamos en reggae-leaders. Y es que nos engañamos debido a nuestros prejuicios, porque no es “cool” bailar Reggaeton, pero como dice Calle 13: “Atrévete, salte del closet. Destápate...”. Libérate. Enloquécete. El Reggaeton es lo máximo... y sino buscad sus orígenes.