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7 de noviembre 2006. Prefiero el cielo

La llegada al aeropuerto de Barajas ha sido espantosamente estresante. Y es que ponerse a hacer deporte de buena mañana con el cuerpo entumecido por la falta de sentido ergonómico de los ingenieros aéreos no es bueno. Tras esperar largo rato hasta que salieron las maletas (la mia y la de Eva) he conseguido torpemente equilibrar mi carrera por la nueva terminal del aeropuerto, la T4, que parece más un diseño de un arquitecto ecuatoriano que de uno europeo. Las señales brillan por su ausencia (como en las carreteras ecuatorianas) y nadie sabe darte indicaciones ¡porque no había nadie a las 9:00h de la mañana! (será que al final no hay tantas diferencias entre los dos paises?). He cogido metro, autobus (si, es cierto) y he caminado más que Kun Fu hasta llegar al mostrador de la compañía aérea de mi vuelo a Barcelona, donde había un rótulo que decía: BARCELONA. ULTIMO MINUTO. Afortunadamente la gincana tuvo algo bueno. La chica del mostrador se apiadó de mí (y consecuentemente de Eva) y no me ha hecho pagar el exceso de 24kgr. De equipaje que llevaba (¡UF! Ultimo minuto y sin euros.... ya me veía perdiendo el avión).Tener la tarjeta de embarque en mis manos ha sido un descanso y me dirijo al siguiente puesto de control. Vuelve mi relativa mala suerte. Justo ayer, 6 de noviembre, entraron en vigor nuevas normas de seguridad. Oigo vocerío, un señor muy enfadado por las nuevas normas se queja fervientemente por las normas a seguir (es la primera vez que oigo “hostia” y “tio” sin acento ecuatoriano desde hace meses, jejejeje). Una señora se rie porque no le dejan pasar el champú y el acondicionador. Y yo me hago la sueca para no tener que formar una cola interminable sacando todo lo que llevaba en las bolsas, bolsillos y demás compartimentos. El primer intento no funcionó, la policía me devolvió un paso atrás. Pero la segunda, y simulando que sacaba todo, la pasé. El caso es que ahora, al avión con lo puesto, así evitas colas, tratos despectivos y molestias. Y menos mal que no estamos en los States.Ahora, sentada frente a la puerta de embarque, me permito mirar a través de la cristalera. El día está nublado, y estoy impaciente por llegar a Barcelona. ¿Qué estará haciendo Evita en este momento? ¡Agh! En Ecuador son las 3:00h de la madrugada.....

 

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