10 Diciembre 2006 Y Cuy me toca el didgy.
En este lugar sale el sol cada día más fuerte y las historias que se suceden son cada vez más inverosímiles. Nuestra desconfianza nos ha llevado a encerrar a nuestro compañero de piso en casa para que no entrara nadie a robar el resto del equipo, y de paso, que tampoco nos lo robaran a él. Para eso lo dejamos cautivo mientras dormía; con un walkie mediante el que se podía comunicar con nosotras (Cuy, entiende que no estamos dispuestas a prescindir de tus enseñanzas. Eres el mejor profesor de peruano que hemos tenido hasta ahora). Por otro lado, entra en casa a las 6:00h. de la mañana y violando todas las leyes de privacidad, el osobuco de Darío, uno de los seres más #*/!”^*+ del pueblo, sorprendiendo a los “habitantes de la casa” en el más jocoso sueño. Cebú, el perro, ni lo miró, y si lo hizo fue de reojo. Fue Eva quien valientemente se enfrentó a él a “grito pelao”. Hay más... Manteniendo en secreto la identidad de los implicados, pondremos en conocimiento de nuestros aférrimos lectores blogianos lo que nos llegó a lo más profundo de nuestra dignidad como mujeres. La IMPLICADA y amiga NúM.1 ( Inúm.1 ) tuvo que asimilar elegantemente las dos preguntas que el IMPLICADO NúM. 2 ( Inúm.2 ) pronunció tras pasar la etapa de seducción y la de me acerco pero no dejo que me toques. La primera de estas fue: ¿Quieres ser mi hermana? ¡!!!!!!!GRRRRRRRRRrrrrrrrrrrrrrrrrrrGrrRRZZZZZZZZZZZBRRRRRrrrrrrRRRRJJJJJ#%^&*!?>+XXXxPPRRRrrrrrrrrrrrrrrrrrrrAAAAAAAAAaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaHHHHHHHHHHHh!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Pero este caballero sin armadura no valentía (Inúm.2), tras pasar por esa fase en la que la Inúm.1 le enseñó que el incesto es pecaminoso, se armó de valor para formular LA SIGUIENTE PREGUNTA: ¿TE DUELE QUE ESTE CON OTRA? ¡Y cuál se supone que debía ser la respuesta por parte de la Inúm.1!: No, querido, como deseo tu bienestar espiritual y físico no me importa que andes “partiendo” a otras... OIE,QUEEEEE!? Eso sí, cuando lo necesito le digo a Cuy que me toque el didgy. Y él, amable y servicialmente, satisface mis peticiones. No hay nada que me relaje más que sus labios produciendo esa vibración que majistralmente domina. Me olvido de robos, Daríos, incestos, buitres... y todo ese mundo que se extiende tras la ventana y que se llama Montañita. Mmmmmmm...... Gracias Cuy, fue fantástico. Echaré de menos el sonido de tu didgeridoo.
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concha -